Los modos de representación del Cine Etnográfico



Para realizar cine etnográfico y ser un buen antropólogo audiovisual es necesario conocer los diferentes modos de representación que han utilizado los etnocineastas, documentalistas y antropólogos en sus investigaciones a lo largo de la historia.
El modo de representación se define como “la forma en que se configura el filme, e incluye el estilo de filmación y edición del material, así como el modelo de colaboración” (Ardèvol 1994: 64).
En este artículo explicaré en que consiste cada uno de los modos de representación y propondré el visonado de diferentes documentales.
Cine exposicional o expositivo
Este modo de representación aparece en la década de 1920, cuando las películas eran mudas y aparecían cartelas que explicaban o ampliaban las acciones que se veían en pantalla. Posteriormente, cuando se incroporó el audio los realizadores utilizaron la voz en off para dar su visión, explicación o interpretación de los hechos sociales y culturales estudiados.
Las caracteristicas fundamentales del cine observacional son:
1) Una fuerte autoridad del realizador a través de su voz o de el locutor. Esta “voz de Dios” guía al espectador.
2) Las imágenes apoyan la interpretación del director.
3) Gran importancia del guión.
Este tipo de cine se utiliza tanto para realizar una crítica cultural o una denuncia social como para defender el orden establecido. Pueden aparecer entrevistas que, en “función de los intereses del realizador, son pruebas empíricas que incorpora para dar más fuerza y convicción a su discurso, que se presenta como objetivo y veraz” (Ardèvol 2006-cap. II: 55).
Tres ejemplos de este tipo de cine son los documentales: La corporación, instituciones o psicópatas (2003) de Mark Achbar y Jennifer Abbott [1]; Dance and trance in Bali (1952) de Bateson y Mead y Yanomamis (1983) de Luis Pancorbo [2].
[1] Ver y analizar las siguientes secuencias: Inicio y minutos 24’00´´ y 43’08´´ > https://www.youtube.com/watch?v=-aoxRsRQUfI
[2] Ver > http://www.rtve.es/alacarta/videos/otros-pueblos/otros-pueblos-yanomamis/1925950/
Direct cinema
Los directores más reconocidos del direct cinema son Richard Leacock, Richard Drew, Donn Pennebaker y los hermanos David y Albert Maysles.
En este tipo de cine el director, al filmar una acción, intenta que tanto su cámara como él mismo pasen desapercibidos para las personas de la comunidad que están siendo grabadas.
Sus características fundamentales son:
1) El director “juega el rol de un invitado no implicado” (Nichols 1991: 39).
2) El director reduce “su contacto con los sujetos durante la filmación para no influenciar su comportamiento” (Ardèvol 2006-cap. II: 87).
3) Durante la grabación se pide que nadie actúe o se dirija a la cámara, con la esperanza de que la filmación sea espontánea.
4) Filmar cerca de los protagonistas “cámara en mano” para captar la realidad y el movimiento de los protagonistas y así transmitir cercanía y veracidad.
5) En la edición se procura no incorporar voz en off ni música extradiegética.
Para analizar este modo de representación propongo ver un fragmento del documental que realicé en Perú, Zaña, recuperando el pasado. La herencia musical africana en el norte de Perú [3] .
[3] Ver minuto 12´55´´ > https://www.youtube.com/watch?v=onsBsvmcjFg
Cine observacional
Según Colin Young el cine observacional se caracteriza por “filmar a la gente en su ambiente natural mientras realiza las cosas que hace habitualmente, rechazando la estructura dramática” (Young 1975: 68). Comparte con el direct cinema, el objetivo de mostrar la realidad espontáneamente, intentando no modificarla. Para conseguirlo, el director incorpora la filmación “en bruto”, sin editarla en el documental. Gracias a ello, otros investigadores pueden interpretar las imágenes como si hubieran estado en el mismo lugar en el que se grabaron (Ardèvol 2006-cap. II: 90).
En el cine observacional la cámara se coloca alejada de la acción para grabar en plano general y captar todas las situaciones que se desarrollen. Desde ese punto fijo se es “como una mosca en la pared” (Ardèvol 2006: 73), un ojo que todo lo ve. Otra característica fundamental, de este tipo de cine, es que la edición es practicamente inexistente.
En la primera parte del documental The Ax Fight [4] (1975), de Timothy Asch y Napoleón Chagnon, se utiliza este modo de representación. En esta primera secuencia se ve una pelea con mazos y hacha tal y como la filmó el realizador, sin editarla: “la cámara permaneció fija en su punto de observación con ocasionales zooms, procurando siempre enfocar el lugar donde se produce una mayor acción. El director advierte de que las escenas han sido captadas espontáneamente y que son confusas para el propio observador” (Ardèvol 2006: 100).
Recomiendo, a los profesores de antropología, utilizar secuencias grabadas con este modo de representación para que sus estudiantes puedan interpretar una comunidad como si estuvieran allí realizando su trabajo de campo.
[4] Ver > https://www.youtube.com/watch?v=nnQqxDTA04Y
Cinéma vérité
El antropólogo francés Jean Rouch planteó el cinéma vérité en la década de 1970. Este tipo de cine se caracteriza por proponer una antropología compartida, basada en el diálogo y la participación de los protagonistas en la realización del documental. Rouch recuperó las teorías, olvidadas injustamente por la antropología durante mucho tiempo, del cine ojo —kino glaz— de Vertov y de Flaherty.
Al contrario que en el direct cinema Rouch hace que la camara y el realizador provoquen el desarrollen los acontecimientos, no intenta pasar desapercibido sino que interactúa con los protagonistas (Ardèvol 1997).
Coincido con Rocuh cuando dice que el antropólogo debe saber grabar, editar y construir un audiovisual: “aunque sus producciones sean técnicamente inferiores a las de los profesionales del medio, tendrán la irremplazable cualidad de un contacto real entre la persona que filma y las personas filmadas” (Rouch 1975: 92).
La característica fundamental del cinema vèritè es que en la realización del documental participa la comunidad. Incluso en alguna de sus películas pidió a los protagonistas que actuaran interpretándose a ellos mismos.
Como he comentado anteriormente, Rocuh estuvo influenciado por la metodología de Flaherty, por ello realizó proyecciones comunitarias, durante la filmación, en las que se debatia y se compartían impresiones y reflexiones, generarandose así una construcción colaborativa del documental.
Como ejemplo de cinema vèritè propongo ver el inicio del documental La pyramide humaine [5] de Jean Rouch y mi audiovisual etnográfico Historias de la esclavitud en Zaña, Perú [6]
[5] Ver introducción de La pyramide humaine (1959) > http://vimeo.com/24140878
[6] Ver Historias de la esclavitud en Zaña, Perú > https://www.youtube.com/watch?v=5__m_Z6SPko
Cine participativo
El antropólogo David MacDougall desarrolló a partir de la década de 1980 el participatory cinema. Criticó la metodología del direct cinema y del cine observacional y propuso “la intervención del sujeto filmado en la composición de la imagen que se construye sobre su propia forma de vida, así como replantear los objetivos de la filmación etnográfica” (Ardèvol 1997: 145).
Según MacDougall, los protagonistas de una audiovisual son más espontáneos durante la grabación de un documental que cuando son analizados por un antropólogo que anota secretamente sus impresiones en su cuaderno de campo: “un sujeto con una cámara tiene un trabajo visible para todos, no es un visitante importante e inquisitorial como de hecho, se percibe muchas veces al investigador de campo en una comunidad pequeña” (Ardèvol 2006-cap. III: 16).
La propuesta de MacDougall supone una critica hacia la mucha de la antropologia occidental, que no tiene en cuenta la opinión, aspiraciones y demandas de las comunidades, por ello defiende que la antropología audiovisual sea un encuentro cultural (Ardèvol 1997). El etnocineasta debe ser consciente de los intereses políticos o culturales de las comunidades (MacDougall 1994) y o pensar solamente en su interes científico y académico.
Como ejemplo de cine compartido propongo el visionado de mi documental: Ventarrón, un proyecto de vida. Arqueología e identidad lambayecana (2015b) [7].
[7] Ver >  https://www.youtube.com/watch?v=kkqkaQ-t1O8
Cine reflexivo
Durante la década de 1980 Jay Ruby desarrolla de manera teórica el cine reflexivo. Ruby cuestiona la noción de objetividad y opta por dar un giro hacia una antropología interpretativa y autoreflexiva, (Ruby 1995: 162). “Ruby propondrá que el cine etnográfico introduzca la metodología empleada dentro de la estructura del filme y que el realizador explicite su posición personal frente a los sujetos filmados a la vez que su actitud frente al objeto de estudio” (Ardèvol 2006-cap. VII: 7). Al igual que hizó Dziga Vertov, en su documental El hombre con la cámara, Ruby (1995) es partidario de mostrar al camarógrafo filmando la realidad.
En la década de 1980, con el desarrollo de la denominada crisis de la representación, la antropología acelera su transición de un enfoque “objetivo” y positivista —dirigido básicamente a “representar” al “otro” — hacia una perspectiva mas subjetiva donde la voz del autor empieza a ser considerada como de naturaleza mas personal. Tales enfoques, promulgados por corrientes posmodernistas, suponían la inclusión de múltiples voces subjetivas que tenían un valor por sí mismas, independientemente de la interpretación del investigador.
Por ello el cine reflexivo apuesta por las autodescripciones nativas en las que las personas de una comunidad se expresan libremente al realizar su propio documental: “se cuestiona la idea de que sea necesaria una traducción cultural. Los sujetos pueden hablar por sí mismos y ser ellos, y no el cineasta o el antropólogo, quienes cuenten su vida a la audiencia, directamente y sin intermediarios” (Ardèvol 2006-cap. III: 4).
Como ejemplo de autoreflexividad recomiendo ver dos secuencias del documental Les glaneurs et la glaneuse (2000) de Agnès Varda [8]. Con respecto a las autorepresentaciones propongo ver el documental: CSO La Traba primer año de okupación (La Plataforma 2007) [9] y O dia em que a lua menstruou (2004) realizado por indígenas kuikuro, con la participación de Vincent Carelli y el antropólogo Carlos Fausto.[10]
[8] Ver > http://www.veoh.com/watch/v95795145sbRh97Ax (Minutos 3’35’’ y 31’00’’).
[9] Ver CSO La Traba primer año de okupación > https://www.youtube.com/watch?v=wP7ZBtJ5rAw
[10]Ver O dia em que a lua menstruou > https://www.youtube.com/watch?v=jAD2Bqu5v3c
Cine evocativo
Como hemos visto, durante las décadas de 1980 surgió la denominada “crisis de la representación” (Marcus y Fischer 1986). En la antropología audiovisual esta “crisis” dividió a los etnocineastas. Por uno lado unos decidieron volver al cine observacional y al direct cinema y otros se decantaron por hacer un tipo de películas con características mas artísticas. A este tipo de audiovisual etnográfico se le ha denominado cine evocativo.
Una de sus características principales de este tipo de cine es que rompe o deconstruye la narración del documental clásico. Este cine tiene una postura crítica con el cine participativo, el cual defiende que las comunidades “impriman en el celuloide sus estructuras culturales” (Ardèvol 2006-cap. III: 63). El cine evocativo reflexiona acerca de como reflejar e interpretar las estructuras culturales de una comunidad. Por otra parte, se muestra crítico con el cine observacional y sus propuestas de objetividad y espontaneidad.
Para el cine evocativo es fundamental dar libertad creativa al realizador para que muestre su mirada subjetiva y provoque la del espectador (Minh-Ha 1990: 21).
Como ejemplos de cine evocativo propongo el visionado de Reassemblage [11] (1983) de Trinh Minh–Ha y de Baraka [12] de Ron Fricke.
Para finalizar este recorrido diacrónico por los diferentes tipos de cine etnográfico expondré brevemente en que consiste el cine compartido.
Este tipo de cine etnográfico, que diferentes etnocineastas estamos realizando fundamentalmente en Latinoamérica, se basa en la colaboración entre los investigadores y las comunidades. El objetivo es que todo el proceso de creación del documental se haga colectivamente, de principio a fin. Una característica fundamental de este tipo de cine es el uso de la cámara de manera compartida, de tal modo que la comunidad pueda partipar en la grabación, en la fase de edición y en el guión. El resultado final es un documental realizad horizontalmente, sin jerarquías, escuchando y dando voz a todos por igual.
[11] Ver Reassemblage (1983) de Trinh Minh–Ha > http://zoowoman.website/wp/movies/reassemblage-from-the-firelight-to-the-screen/
[12] Ver Baraka (1992) de Ron Fricke > https://www.youtube.com/watch?v=R7ImA_0gD7c

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